Lo prometido es deuda

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Hace una semana Mario Vargas Llosa ganó el premio Nobel de literatura y Cecile su apuesta. Le escribo un email reconociendo su victoria y me comprometo a cumplir lo acordado en París hace siete años. Le debo un bocadillo, nuestro favorito. Lo tomaremos donde siempre, en nuestras sillas del Jardín de Luxemburgo, estoy seguro de que siguen allí, esperándonos en la misma posición que las dejamos el último día. Cecile no contesta el email, estoy acostumbrado, no le doy importancia.

Esta mañana recibo una carta de París, es de Cecile. Me manda una foto suya en el Festival de cine de Cannes, y me escribe comunicándome su defunción, describiendo sus virtudes en vida. Yo castellano, acostumbrado al luto y al llanto en los entierros me ponía enfermo cada vez que Cecile hacía una gracia con un tema como el de la muerte, ella insistía, le encantaba hacerme rabiar. “No ha cambiado”, pensé, “cómo me conoce”. Le contesto de la misma forma, escribiendo a mano una carta, creo que hace años que no lo hago, no sé por dónde empezar. Decido abrir una carpeta con recuerdos, repaso las notas que me metía por debajo de la puerta todas las mañanas.

Cecile y yo fuimos vecinos en una residencia en el centro de París en el verano del 2003 durante 14 días. La conocí una tarde mientras yo intentaba traducir un texto del francés en mi habitación. Mi puerta estaba abierta y ella pasaba a tirar la basura y le llamó la atención un plano de París gigantesco que tenía colgado, marcado con varias rutas que salían de la residencia como los radios de una bicicleta hasta la periferia. Cada ruta tenía una fecha, un horario, y unos edificios a visitar. Entendió que yo debía ser arquitecto o estudiante de arquitectura:“Los arquitectos, solo pensáis en arquitectura”, dijo. “Gilipollas”, pensé. Había entrado en mi cuarto sin llamar, sin saludar, sin presentarse, y encima la bolsa de basura goteaba ligeramente. La miré e hice como que seguía con mi traducción hasta que se fue.

Fui a París con la intención de aprender francés. A los pocos días me di cuenta de que aprendía mucho más fuera de las aulas. Me hice unas rutas que encadenaban lugares de interés para mí. No edificios de arquitectos, sino lugares, espacios de películas y de directores, de novelas y escritores, de ensayos y filósofos, de fotografías y fotógrafos, de pinturas y pintores…Estaba convencido que experimentando estos espacios entendería mejor  las obras y a sus autores.

Dos días después llamaron a la puerta, ahora ya cerrada, mi miedo a que se colara gente como Cecile era mayor que mis ansias de establecer comunicación. Abrí, era ella: “Sé que hoy vas a hacer la ruta por Montparnasse, me apetece acompañarte, parece interesante, por cierto, soy Cecile”, y me cogió la mano y la estrechó. Le di dos besos, “Te jodes” pensé, “en mi país se dan dos besos que no comprometen a nada”. La verdad es que no me apetecía nada irme con ella a ningún sitio, era una auténtica imbécil, pero esta vez no pensé con la cabeza, ni con el corazón, estaba guapísima, le dije que sí.

Cecile tenía unos ojos claros y una sonrisa fascinante, ambos coordinados perfectamente; cuando sonreía, los ojos empezaban a achinarse, hasta que desaparecían cuando su boca tomaba todo el protagonismo en la carcajada, y al revés, cuando se sorprendía, los ojos se hinchaban e inundaban de luz la habitación mientras su boca se empequeñecía intentando pasar desapercibida. Su cuerpo dominado por la curva, perfectamente proporcionado era generoso donde tenía que serlo. Cecile odiaba su belleza, su cara y su cuerpo. Se maquillaba intentando desequilibrar sus facciones, domesticaba la fuerza de su melena morena con moños, pinzas, horquillas, plegados imposibles, negaba el atractivo de su cuerpo vistiendo ropa holgada, ropa de hombre, toda aquella ropa que no permitiera acotar su cuerpo y juzgarlo.

Aquella mañana, Cecile apareció con la cara lavada, y con un jersey de punto fino y un pantalón pirata, ambos ajustados. Le dije que sí. Comenzamos la ruta, se esforzaba por caerme bien, y sabía mucho más que yo de los espacios, las obras y los autores que visitábamos, aquello me sorprendió, se explicaba con una familiaridad extraña, como si los conociera de toda la vida, como si todo aquel conocimiento lo hubiera adquirido de una forma natural. Después entendí que ella era francesa y yo español, que para ella el conocimiento y el debate era algo ordinario. Cecile hablaba español bastante bien, era de Marsella, y había crecido con españoles. Yo seguía hablando muy mal francés, aunque lentamente mejoraba. Tras la ruta le acompañé a su cuarto, me despidió con un beso y un portazo.

Los días, las rutas, y las conversaciones pasaban. Mi memoria era visual, la suya era literaria. Yo me había formado con los videojuegos y la televisión, ella con los libros. Cuando llegábamos al lugar yo analizaba si se parecía al espacio por mi imaginado, ella situaba a sus personajes en ese espacio, imaginaba la escena, y disfrutaba cuando descubría que era coherente. Yo pensaba en espacios, ella lo hacía en personajes. A ella le apasionaba la literatura hispanoamericana y a mí la francesa. Apostamos a quién le darían antes el Nobel a Vargas Llosa o a Proust, ella tenía todas las de ganar, por eso solo aposté un bocadillo. Intercambiamos autores, pinturas, citas, reflexiones, películas… Discutíamos y nos reíamos mucho. Éramos muy distintos. Ella vivía la vida como una película, todo tenía algo de interesante, todos eran personajes con un interior escondido, apasionante, lleno de sorpresas. Yo sabía que la vida real y la imaginada no tenían nada que ver, era mucho más pragmático. Cecile se enfadaba muchísimo cuando veía que podía dedicar una gran cantidad de tiempo a hacer actividades que simplemente eran útiles. Yo era más responsable y no me costaba mucho cumplir con mi obligación. Ella se rebelaba ante todo, hasta que entendía que era ridículo rebelarse por rebelarse. Pasábamos tardes enteras encerrados en mi habitación, y cada noche, Cecile me premiaba dejándome ir algo más allá del beso, para lo revolucionaria que era en la mayoría de las cosas, era tremendamente clásica en los temas de seducción, marcando sus distancias, sus protocolos.

Los dos sabíamos que aquella noche era nuestra última noche. Durante nuestro último paseo no dijimos una sola palabra. Estábamos a gusto incluso sin hablar. Por primera y última vez pasamos la noche juntos en mi habitación. Cuando desperté ella ya no estaba. En su habitación sonaba “Always on my mind” cantada por Elvis Presley, y de repente, paró.  Un portazo, y sentí como se acercaba a mi puerta y  metía por debajo su última nota. Esperé a que se fuera. La leí, le contesté con otra nota y me fui. Dejé Paris. Intercambiamos emails, y nos escribíamos, cada vez menos, hasta que solo fuimos una dirección más en una lista de correos.

Todos estos recuerdos me permitieron contestar su carta, escribiendo, despacio, y sin corregir una sola palabra. Creo que ahora escribo un poco mejor que entonces, espero que ella haya mejorado sus dibujos. Terminada la carta busco su dirección, su carta no tiene remite, busco en internet su nombre completo. Me lleva a la noticia de una desaparición, pincho, por si fuera ella, y allí aparece su foto del Festival de Cannes. La noticia cuenta que Cecile lleva desaparecida dos días, me parece poco tiempo siendo ella. Cuentan que es funcionaria del Ministerio de Cultura de Francia, (me hace gracia sabiendo el odio que tenía a los funcionarios de su país, especialmente a los de cultura), y que trabaja en Marsella, y que su novio, hace dos días que no la ve. Pienso en por qué los novios de mujeres tan inteligentes como Cecile tienen siempre una pinta inconfundible de calzonazos. Me doy cuenta de que en “noticias relacionadas”, aparece la noticia de que la han encontrado.

Cecile había cogido un tren, y había tardado dos horas en llegar a su destino. Se había dedicado a pasear por una zona espectacular de acantilados. Sigo leyendo y empiezo a preocuparme, el tono de la noticia cambia. Había ido a un punto específico que parecía que conocía bien, el punto más alto de la zona, y un punto al que solo se iba para una cosa, para matarse.

Mis pulsaciones empiezan a dispararse, se me corta la respiración, empiezo a sudar y sigo leyendo, Cecile estaba muerta. Se había suicidado en uno de los muchos lugares que planeamos visitar juntos. Me levanté, no entendía nada, no me creía nada, “debe de ser otra Cecile”, pensé.

Me senté y seguí leyendo con detenimiento, buscando el dato que me dijera que aquella no era mi Cecile. Fue entonces cuando leí los extractos de sus diarios que aparecían publicados. Era ella. Me conocía al dedillo su forma de escribir, durante catorce días y aunque era muy celosa de su intimidad  me leía sus escritos y los discutíamos, confiaba en mí. No entendía como habían podido publicarlo, hasta que me enteré que sus diarios estaban en casa de una amiga, que le había prometido no exhibirlo bajo ningún concepto. Su amiga se derrumbó ante la presión policial y confesó que los tenía, del resto se encargaron los periodistas. ¿Y entonces?, la carta que me escribió, cuándo la envió. Revisando la carta me di cuenta, que no la firmaba ella, la firmaba su padre, en mi primera lectura solo me fije en el apellido. La carta era real, hablada de una defunción real, la de su hija. Poco tiempo después me enteré que es una costumbre muy común en Francia comunicar las defunciones a los amigos y conocidos con cartas escritas a mano. Supongo que los padres encontraron mi nombre y mi dirección en algún sitio.

Decidí entonces que debía hacer desaparecer todos los recuerdos que tenía de ella, debía salvaguardar su intimidad, y a mí, desde luego, ningún policía ni periodista me iba a intimidar. Lo quemé todo, y antes de echar el último sobre, la última nota que me escribió el último día, lo abrí y lo leí por última vez: “Luis, prométeme que hablarás de mi, de ti, de lo nuestro, de nuestra muerte, de nuestros sentimientos. Cecile”. Yo le contesté de la misma forma: “Lo prometo, Cecile. Y lo prometido es deuda. Luis”.

Me asusté, demasiadas casualidades, había olvidado ya lo que ponía la nota, lo recordaba simplemente como un juego inocente. A Cecile le encantaba retarme. Sabía que no me gustaba hablar de la muerte, ni de cosas tristes, ni por supuesto de mis sentimientos, y mucho menos en público. Ese fue su reto final, superar todo eso. Me la imagino ahora desafiante, mirándome fijamente, con el cuello tensionado, la barbilla levantada, sonriendo y entornando los ojos, ¡que teatrera era!. Pues ya lo he hecho Cecile, y creo que no tan mal. He hablado de ti, de mí, de lo nuestro, de tu muerte y de nuestros sentimientos, y en un medio mucho más público que un periódico, una red social, donde la mayoría de los que te leen te conocen. Deuda saldada. Me quedo más tranquilo. Sigo mi camino pensando que mereció la pena conocerte, Cecile. On y va.

 

L.I.B.  14 de Octubre de 2010

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Arroyomuerto

Postal superficial: Arroyomuerto.
En Arroyomuerto no ves…tocas,…hueles…oyes…saboreas…En Arroyomuerto no ves, sientes…No ves carretera, sientes frenazos que revelan acentuadas topografías. No ves pájaros sientes piar. No ves suelo, sientes las quejas de las hojas secas. No ves perros, sientes ladridos. No ves vacas, sientes cencerros. No ves musgos ni líquenes, sientes la humedad en tus retinas ya empañadas. No ves luz, sientes el calor del rayo inquisitivo. No ves vino, sientes los aromas de la última copa.  No ves árboles, sientes las batallas de sus hojas contra el viento. No ves castañas, sientes como maduran, caen y estallan en las brasas y en tu boca. No ves hamburguesas, sientes carnes que te visitan directamente desde el matadero para engrasar tu comisura. No ves pan, sientes la masa esponjosa de la hogaza. No ves amigos, sientes risas que el eco te devuelve en carcajadas. No ves arroyo muerto, sientes la vivísima corriente, que burla pozas, presas, regadíos…, y que te enseña que, a veces, se ve más y mejor siendo ciego. L.I.B. Noviembre 2009

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Nadja

luigibarrero:

Nadja. André Breton.1928.

De pronto, cuando aún se encuentra a unos diez pasos de mí, me fijo en una muchacha, muy pobremente vestida, que viene en sentido contrario y que, a su vez, también me ve o me ha visto. A diferencia del resto de los transeúntes, lleva la cabeza erguida. Tan frágil que apenas se posa al andar. Una imperceptible sonrisa atraviesa tal vez su rostro. Curiosamente maquillada como si, habiendo comenzado por los ojos, no hubiera tenido tiempo de acabar,con la raya de los ojos demasiado negra para una rubia. Sólo la raya, y de ningún modo los párpados (un brillo así se consigue, y sólo se consigue, repasando cuidadosamente el lápiz únicamente bajo el párpado)…La observo mejor. ¿Qué traslucen sus ojos que resulta tan extraordinario? ¿Qué se refleja en ellos, oscuramente, de infelicidad y a la vez, luminosamente, de orgullo?. Me dice su nombre, el que ella misma ha adoptado:”Nadja, porque en ruso es el principio de la palabra esperanza y porque no es más que el principio.

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Gerona

Una postal superficial es la descripción de una ciudad a través de primeras impresiones, imágenes automáticas, intuiciones… adquiridas en una visita rápida.

Postal superficial: Gerona.

El aeropuerto quiere ser parking, y la ciudad, candada, se abre con la obra de Eiffel, puente que aspira a levadizo, de cadenas traccionadas, recién enrojecidas. La muralla quiere ser fachada, multicoloreada, de algún pueblo pesquero, y el río, que es su foso, reivindica ser también su espejo. La plaza de la catedral quiere ser escalinata, grada agradable, pasarela, donde si subes lo ves todo, donde si bajas no ves nada… La balaustrada, cosida con bolardos, destroza a los skaters sus tobillos, y de paso, su belleza. La torre de la catedral mató a la otra torre, porque no quiere ser torre, quiere ser faro, y faro solo hay uno. La catedral, humilde y orgullosa, llena de cicatrices marcadas por la historia, quiere ser tan solo ermita. La Filmoteca, de triste monocromo, quiere que de un cartel de concierto aplazado salga Lourdes, pintándola de Russian Red, blanqueando de “iniesta” su piel tatuada, afeitando su barba de tres días, alegrando su pose pesada, fumada, reflexiva… anulando a sus “anti-todo” y sus “pro-nada”. La judería quiere fortalecer tus cervicales, y los pavimentos las plantas de tus pies, como las fortalecen los accesos a las calas, ahora arena seca…allí arena mojada de agua dulce, aquí, de agua salada…luego roca, y más allá, canto rodado… La ronda quiere estar abierta, porque siempre está cerrada. Los estudiantes, noctámbulos, quieren hacerte creer que estudian, llenando de olor a café todas las calles. Los muros, fuertemente texturados, quieren ser pavimento, y que la luz los acaricie, pero que ni se le ocurra reflejarse. Las calles estrechas, verticales, luchan por el primer plano, abriendo el cielo, cerrando el horizonte. El espacio público, perfecto en su diseño, quiere alojarse en zaguanes, soportales, patios interiores, jardines ricos, de mil verdes diferentes. La Rambla acogedora, con su rutina laborable, quiere huir a Barcelona, a ensanchar su mirada, a buscar su anonimato, a coger aire… Los camareros, argentinos, hartos de solo coger aire, quieren perder su acento hablando catalán. El catalán rico en matices y expresiones, cortando las palabras, dulcificando los agudos, quiere mirar más a Francia y menos a Castilla. Los tomates, pimientos, bacalaos, melocotones, llonganissas, cavas… no quieren nada, porque lo tienen todo. Los gironeses, de largos cuellos, de facción redondeada, de flequillo “a lo amelie” o rapaos “a lo guardiola”, de aire informal, de elegante movimiento, de gesto educado, de humilde orgullo, solo quieren hacerte sentir que esta siempre fue y será tu casa…nunca he tenido tan buenos anfitriones…me marcho emocionado y me despido, ciudad de gente inteligente...

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Eva Green

luigibarrero:

Eva Green: la cara es el espejo de la inteligencia en las actrices francesas.

Eva define su carácter a través de su exterior, se llega al atractivo de su personalidad por la foma de caminar, de maquillarse, de reir, de mirar, o de sorprenderse…porque la belleza está en el exterior. Tanto Deleuze con su “máquina de rostrosidad” como Bergson con su tratado “La risa” de 1900, nos alertan del peligro de la mecanicidad en los gestos que amenaza nuestra sociedad, y que denotan individuos prácticos, ejecutivos poco dados a la reflexión. Se debe para ello ser superficial observando y admirando el culto al gesto espontáneo, reflexivo, cómico, inadaptado y sobretodo inteligente de las actrices francesas, porque como cita el caballero Tristam Shandy: ”La seriedad es un continente misterioso del cuerpo que sirve para ocultar los defectos de la mente”.

la superposición de horizontes de juan navarro

myegoo_pnavarro2Habitamos en el interior de horizontes, unas veces conocidos e identificables y otras indefinidos o borrosos pero experimentables. Y en esa superposición de horizontes, de contornos, se encuentra la obra concreta que habita la casa de paredes en lejanía y que ella misma convoca y trae a inspección. Ese entrecruzamiento es la obra. El cuadro gana su existencia en este cruce: su contemplación nos reintroduce en las estancias convocadas. Entonces nos está permitido incluir y acomodar nuestro cuerpo de espectador en ese interior múltiple. Tal vez sea sólo eso la experiencia estética: la experiencia sentida como propia de los distintos horizontes que circundan la obra. Sentir, por ejemplo, al contemplar una pieza de equilibrio que somos parte del mundo físico y sus leyes, compartir el campo óptico, el horizonte visual gobernado desde el cuadro y que se fija un espacio que nos envuelve, o participar en la animación de la naturaleza y de los cuerpos en simpatía con las huellas de otras manos. Aquellas facultades híbridas que he identificado analógicamente como ojo y memoria, como ojo y mano, como mano y ojo y como mano y puente crean un confinamiento. En definitiva,se trata de proporcionar la experiencia de estar dentro de las mismas paredes y horizontes que circunscriben la obra creada y sentir cómo estas paredes se cierran en torno a nosotros.
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la tectónica de semper y frampton

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Entiendo por arquitectura tectónica aquella en que la fuerza de la gravedad se transmite de una manera sincopada, en un sistema estructural con nudos, con juntas, y donde la construccion es articulada.. Es la arquitectura osea, lenosa, ligera. La que se posa sobre la tierra como alzandose de puntillas. Es la arquitectura que se defiende de la luz, que tiene que ir velando sus huecos para poder contolar la luz que la inunda. Es la arquitectura de la cascara. La del abaco. Es, para resumirlo, la arquitectura de la cabaña.

las cinco pieles de hundertwasser


myegoo_5skinsofman_oEn 1953 en la casa de un amigo, Friedensreich Hundertwasser Regentag pintó su primera espiral. Este símbolo expresa su particular visión del mundo y su relación con la realidad exterior: «Esta relación se desarrolla por ósmosis, a partir de niveles de conciencia sucesivos y concéntricos respecto al yo interior profundo. El símbolo pictórico ilustra la metáfora biológica». En el fondo de todo se encuentra el ser, la persona, sus deseos y temores; sobre esta, pero siempre girando entorno a ella misma, se van depositando capas de significaciones que lo relacionan con todo el universo. Estas pieles, muchas veces olvidadas, nos conforman como individuos, partes de una sociedad y miembros de un entorno natural.Primera piel: La epidermis Segunda piel: La ropa  Tercera piel: El hogar  Cuarta piel: El entorno social y la identidad La quinta piel :la tierra.

la hipersuperficie de stephen perrella


myegoo_separacionclaseshiperplano_oHypersurface is a reconsideration of often dichotomous relationships existing in the environment. These binaries include, image/form, inside/outside, structure/ornament, ground/edifice and so forth, not as separate and hence static entities but as transversally constituted fabrics or planes of immanence. Hypersurfaces are generated in the problematic relationships that occur when binary categories conjugate because such divisions can no longer be sustained in isolation through either linguistic or material divisions. Categories of the Real and the Unreal, for instance, are insufficient today because each is infused within the other. The reality of a Disney phantasm superposed with the unreality of media constructs, such as the O.J. incident, begin to describe a process of debasement brought about by deeply-rooted cultural contradictions-indeed, a schizophrenia.
 

la tomografía axial computerizada de hounsdriel

myegoo_img03155-2_sTAC es la imagen de un corte o sección (tomos en griego) de un objeto (como por ejemplo tu cuerpo) construida por un ordenador (computarizada) a partir de una serie de imágenes de rayos X de esa sección del objeto tomadas por un emisor y un detector de rayos X que giran alrededor del objeto sobre un eje (axial). A partir de todas esas imágenes transversales (axiales) un computador reconstruye una imagen bidimensional que permite ver secciones del objeto de estudio desde cualquier ángulo.Como casi todos los cuerpos son opacos, la interposición de casi cualquier cuerpo entre el observador y el objeto que se desea examinar hace que la visión de éste se vea obstaculizada. La representación de las imágenes tridimensionales sería inútil si no fuera posible lograr que cualquier tipo de densidad que se elija no se vea representada, con lo que determinados tejidos se comportan como transparentes. 

Curso «La Arquitectura Contemporánea en el Medio Rural». Docencia.

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Miércoles, 22 de septiembre.  Formas de construcción en el medio rural.

09:00 Salida de autocares Salamanca-Morille (desde Cuesta de San Blas junto a Fonseca).

Sesión de mañana
09:30 Recepción de asistentes. Presentación del curso. Entrega de Materiales.
10:00   Inauguración del Curso.
10:30   Conferencia: “Límites de lo rural y lo urbano: Vivienda Unifamiliar entre la muralla y la Casa Lis. Salamanca”. Roberto Silguero. Arquitecto.
11:30    Descanso.
12:00 Conferencia: “Bodegas Protos”. Peñafiel. Valladolid. Estudio Richard Rogers. Arquitectos.
13:00 Conferencia: “Ayuntamiento de Madarcos. Seis variables: del paisaje a la construcción”. Rodrigo Pemjean. Arquitecto.

Sesión de tarde
16:00   Visita guiada a las obras de rehabilitación del Castillo de San Martin del Castañar.
“Intervenciones en la Vía de la Plata”. D. Ramón Peláez Pezzi. Arquitecto.

19:00  Salida de Autocares hacia Salamanca.
Jueves, 23 de septiembre. La arquitectura del vino. El arte como activación del paisaje.

09:00  Salida de autocares Salamanca-Morille (desde Cuesta de San Blas).

Sesión de mañana
09:30  “Reinventando tipologías. Colegio en Sanchidrián. Ávila”. BmasC. Arquitectos.
10:30  Conferencia: “Eco-ruta del vino” Estudio Taller de Ideas. Arquitectos.
11:30    Descanso.
12:00   Conferencia: “Recuperando Paisajes Residuales”. Esther Pizarro. Escultora.
13:00 Conferencia: “Exit Paradise. Hiperidealización y desactivación de los espacios virtuales de la  felicidad”. Paloma Pájaro. Pintora.
Video-proyección: Exit Paradise.

Sesión de tarde
16:00   Conferencia: “La arquitectura del medio rural en losmedios audiovisuales”. Luis I. Barrero. Arquitecto.
17.00  Proyección: “KOYAANISQATSI”, de Godfrey Reggio.
18.30  Fallo Jurado Concurso en Facebook  “Masdemilmesetas. Activando el medio rural de la meseta norte”.
18.45  Conferencia – Exposición Fotográfica: “Arquitectura y ruina”. Alberto Prieto. Fotógrafo.
19.45   Inauguración y visita guiada a la exposición: “Maquetas de trabajo”. Roberto Barrado. Arquitecto.
20.00  Salida de Autocares hacia Salamanca .
Viernes, 24 de septiembre. El concepto de lo urbano en el medio rural.

09:00 Salida de autocares Salamanca-Morille (desde Cuesta de San Blas junto a Fonseca).
Sesión de mañana
09.30 Conferencia: “Aprendiendo de las vegas y otras cosas”. Inés de Rivera y Ton Salvadó. Arquitectos.
10.30 Conferencia: “Centro de Alto Rendimiento”. José María Sánchez García. Arquitecto.
11.30   Descanso.
11.45  Mesa Redonda: “El concepto de lo urbano en el medio rural”.
Participantes: Inés de Rivera ,Ton Salvadó, Manuel Ocaña, AMID-CERO9.
Modera: Yolanda Escribano. Eñe, Agencia de Comunicación.
12.45 Conferencia:”Palacio del Cerezo”. Valle del Jerte”  Estudio AMID-CERO9. Arquitectos.
Sesión de tarde
16.00 Conferencia: “Construcción sostenible en el medio rural de Castilla y León”. Beatriz Castrillo. Instituto de la Construcción de Castilla y León.
17,00 Conferencia: “El retiro a los campos: elementos para la arqueología histórica de una utopía intelectual”. Fernando R. de la Flor (USAL).
18,00 Enterramiento en el Cementerio del Arte del Proyecto de Centro Parroquial en Pozuelo de Fernando Higueras.
19.00  Clausura del Curso y salida de Autocares hacia Salamanca.