“La palabra fachada, del latín facies, rostro, surge en el siglo XVI y remite al alzado más importante, es decir, el que se asoma a la vía principal y donde se sitúa el acceso público al edificio, y es sinónimo de delantera, portada, frente, frontis y también de aspecto, facha, presencia, pinta. Su significado remite, por tanto, a una jerarquía espacial y a una visión privilegiada. Hoy la hipersuperficie es una piel extensa, flexible, moldeable, que abre territorios infinitos de experimentación y análisis. La transparencia del límite es expresión de una búsqueda creciente de espectacularidad y de una anulación aparente de las fronteras, detrás de nuevos sistemas de control, cada vez más poderosos y frágiles al mismo tiempo”. Des-velos. GrazielaTrovato.